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No siempre el gato pide comida porque tiene mucha hambre. Las razones de este comportamiento pueden ser fisiológicas o psicológicas.
Si el gato pide comida, no regañe inmediatamente al gato y trate de disciplinarlo. Primero debe comprender por qué sucede esto, especialmente si el comportamiento ha cambiado recientemente.
La reacción del cuerpo
Las causas fisiológicas no siempre están asociadas con un trastorno de salud. Durante la etapa de crecimiento, durante el embarazo y la lactancia, durante el período de recuperación después de una cirugía, el hambre frecuente es bastante normal. Por supuesto, esto no significa que en tales estados deba complacerse y alimentarse desde el corazón. Por el contrario, es importante vigilar la calidad, el contenido calórico y el equilibrio de la dieta.
Como regla general, los gatitos comen varias veces al día (hasta seis), pero la cantidad total de comida no debe exceder la cantidad diaria. Lo mismo se aplica a las mascotas embarazadas y convalecientes: las porciones pequeñas son más fáciles de digerir y no causan pesadez en el estómago, por lo que se puede dividir la alimentación durante todo el día.
Sucede que un gato tiene hambre constantemente debido a un metabolismo rápido, una característica tan individual. Esto se indica por actividad, buen pelaje y peso constante, a pesar del incesante almuerzo. Lleve a su mascota al veterinario, hágase la prueba para asegurarse de que el animal está sano y, después de consultar con el médico, revise la dieta. Quizás la mascota necesite más alimentos ricos en calorías.
La situación es más grave cuando el gato tiene hambre constantemente, come a menudo, pero al mismo tiempo pierde peso. Esto puede deberse a diabetes, oncología, invasión de helmintos y otras enfermedades. Asegúrese de llevar a su mascota al veterinario para su diagnóstico y tratamiento. Con la recuperación, volverá el apetito y el peso normales.
Otras razones fisiológicas:
- violación del centro de saturación;
- tomar medicamentos, especialmente hormonales;
- frío (el gato tiene frío);
- delgadez por enfermedad o por falta de mantenimiento.
Para saber si la mascota se está congelando, las orejas y las patas ayudarán. Si está helado, caliente al gato, ajuste la temperatura en el apartamento, coloque una cama al lado de la estufa.
Los efectos secundarios de los medicamentos, como el aumento de peso y el hambre, deben discutirse con su médico. Es posible que deba elegir otros medicamentos. Si no sabes qué le pasa exactamente a tu mascota y cómo ayudarlo, consulta a tu veterinario, sobre todo si notas fiebre, vómitos, diarrea, estreñimiento, mal estado del pelaje.
Para llamar la atención
Las razones psicológicas no están directamente relacionadas con la sensación de hambre. Incluso un gato bien alimentado puede pedir comida, porque es aburrido, quiere atención, no hay nada que hacer. A veces, los propios dueños toman erróneamente la curiosidad del gato por hambre: el gato solo vino a ver qué susurras en la cocina y, por alguna razón, lo alimentaron.
Por supuesto, los gatos tienen una sensación de saciedad, pero siempre hay espacio para un bocado extra. Pocas personas rechazan un postre tentador incluso después de una comida abundante, y los gatos no son muy diferentes a nosotros en esto. Es suficiente disciplinar al gato y alimentarlo en un momento determinado, así como mostrar más atención: jugar, peinar, acariciar, llamar.
Una situación más compleja es la polifagia. Este es un trastorno alimentario cuando el gato experimenta hambre falsa y está listo para comer todo el día. Una causa común de polifagia es el estrés asociado con la mudanza, la aparición de un niño o un segundo animal y la larga ausencia del dueño cerca. Piense en lo que podría estar molestando a su gato si sospecha una condición estresante e intente calmarlo. Olores, un sofá acogedor, afecto y en situaciones difíciles: los medicamentos que solo un médico puede recomendar ayudarán.
Otra razón psicológica es la competencia. Cuando hay varias mascotas en la casa, el gato puede temer que no le dé tiempo a conseguir su ración o que alguien se la quite. Debido a esto, la mascota constantemente pide comida "por si acaso". El problema se resuelve con comidas separadas: todos comen de su propio plato y no terminan de comer después de su vecino (es poco probable que lo haga sin la intervención del propietario).
Similar a la razón anterior: inanición forzada. Si el gato lleva mucho tiempo viviendo en la calle, intentará comer lo antes posible para su uso futuro. Hoy estamos listos para alimentarnos, lo que significa que debe pedir el máximo, porque mañana, lo más probable, tendrá que volver a morir de hambre. Por lo general, este comportamiento desaparece cuando se adapta a las condiciones del apartamento.
Después de un tiempo, el gato se dará cuenta de que él es el único tan querido aquí y la persona no lo dejará con hambre. Es importante en el periodo de adaptación lograr la confianza de la mascota. Muestre que está en casa, nadie lo echará y el recipiente siempre estará lleno, por lo que no hay nada de qué preocuparse.
Dieta baja en calorías
Si revisó todas las razones, acudió al veterinario y se aseguró de que el animal esté sano, estudie cuidadosamente la composición del alimento. Quizás el gato simplemente no come lo suficiente, por lo que constantemente tiene hambre y pide comida.
En una buena comida, la carne debe ser un 30-70%. Se permite una cierta cantidad de huevos y productos pesqueros, que también están incluidos en esta parte. Los cereales y las patatas deberían estar en minoría.
Los alimentos con despojos, avena, grasas vegetales, almidón, por regla general, son menos satisfactorios para los gatos, por lo que vale la pena cambiar a una dieta más carnívora y alta en calorías. Esto no solo salvará al gato del hambre y la disciplina constantes, sino que también ayudará a ahorrar dinero.
Asegúrese de acostumbrar al gato a la misma hora de alimentación. Puede alimentar dos porciones por la mañana y por la noche con acceso a alimentos secos las 24 horas, los 7 días de la semana, o darle alimentos húmedos de cuatro a cinco veces al día en porciones pequeñas. En cualquier caso, es importante adherirse al esquema elegido y observar el régimen. Un gato disciplinado no pedirá comida cuando le plazca.
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