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Resulta muy agradable ver dormir a nuestros gatos, pero hay veces que nos pueden llegar a preocupar a causa de sus ronquidos.

Nuestros gatos pasan la mayor parte de su vida durmiendo. Pueden dormir dulcemente de 12 a 16 horas al día. Ver a un gato durmiendo plácidamente es un placer, pero ¿qué pasa si tu mascota emite sonidos de ronquidos característicos al mismo tiempo? Descubriremos si vale la pena preocuparse por la salud del gato.

Los gatos tienen diferentes ciclos de sueño. La mayoría de las veces, los ronquidos ocurren en la etapa profunda, cuando el cuerpo de la mascota está completamente relajado. Las vías respiratorias del gato se contraen, lo que hace que los tejidos blandos circundantes vibren. Las vibraciones ocurren en los "pasajes" entre la nariz y la garganta. Así es como se forma la respiración ruidosa, a la que llamamos ronquido.

Razones por las que los gatos roncan

1. Sobrepeso: La obesidad es una de las causas más comunes de los ronquidos tanto en humanos como en gatos. Si tu gato tiene sobrepeso, la grasa se acumulará en los tejidos que rodean las vías respiratorias, lo que puede causar ronquidos.
2. Resfriado o tos: Estas enfermedades pueden hacer que su gato respire con más dificultad de lo normal. Los ronquidos en este caso ocurrirán solo mientras dure la enfermedad. Otro signo de que tu gato no se encuentra bien es la pérdida de apetito o el letargo.
3. Asma o alergias: Su veterinario puede ayudarlo a averiguar si su gato tiene asma. Prescribirá un tratamiento eficaz para la mascota y la respiración volverá gradualmente a la normalidad. Dado que el asma es una enfermedad crónica, es posible que se necesiten medicamentos o inhalaciones a lo largo de la vida de un gato, pero la enfermedad puede entrar en remisión con una actitud cuidadosa hacia la salud de la mascota.

4. Infección del tracto respiratorio superior: Los síntomas de esta enfermedad incluyen secreción de los ojos o la nariz, estornudos y llagas en la nariz. El ronquido ocurre debido a la congestión en los senos paranasales, pero este proceso puede tratarse con antibióticos.
5. Obstrucción: A veces, su gato comienza a roncar cuando un cuerpo extraño ingresa a las vías respiratorias.
6. Características de la raza: A pesar de las causas enumeradas anteriormente, la causa de los ronquidos puede ser mucho menos grave y simplemente depende de la raza de tu gato. Por ejemplo, los gatos persas, himalayos y, a veces, británicos tienen hocicos mucho más cortos en comparación con otros gatos y, por lo tanto, son más propensos a roncar. Si su gato es braquicéfalo, pregúntele a su veterinario si la estructura de su cabeza interfiere con la respiración diaria normal.
7. Posición del cuerpo durante el sueño: Gracias a su fenomenal flexibilidad, los gatos pueden dormir en las posiciones más increíbles. Sin embargo, a veces estas posiciones pueden hacer que tu gato ronque. Si este es el motivo de los ronquidos, el sonido debe ser breve y detenerse cuando el gato cambia de posición.

¿Cómo solucionar el problema de los ronquidos?

Si su gato comenzó a roncar recientemente y no empeora, es probable que el problema sea menor y se resuelva rápidamente. Trate de usar humidificadores y purificadores de aire colocándolos cerca de la cama de su gato. Realice una limpieza húmeda con más frecuencia y trate de usar limpiadores, champús y perfumes hipoalergénicos sin olor fuerte.

Dado que el peso es una causa común de los ronquidos, ajuste la dieta de su gato y agregue más juegos activos a su vida. Use "varillas" con plumas o ratones de peluche, muéstrele a su gato juguetes con los que pueda jugar solo mientras usted no está. Presta atención a los juegos interactivos: se encienden y apagan solos con el toque de un animal.

Los ronquidos de las mascotas deben tomarse en serio si el gato tiene dificultad para respirar mientras está despierto o si su respiración se ha vuelto más rápida y superficial. Otras señales de advertencia incluyen el empuje antinatural de la cabeza y el cuello hacia adelante, así como la respiración con la boca abierta que es atípica en los gatos. En este caso, ¡no posponga una visita al veterinario!