¿Pueden los gatos comer salami? ¡Debes tener en cuenta eso!

Índice
  1. ¿El salami daña a los gatos?
  2. Los peligros para los gatos que pueden derivarse del salami

Los dueños de gatos saben que la carne debe ser el alimento básico de la dieta de su mascota, ya que no pueden subsistir con frutas o verduras como lo hacen los humanos (o incluso los perros). Y aunque el pollo, la carne de res y el pescado son buenas opciones, ¿los gatos pueden comer salami?

El salami es una forma de salchicha que generalmente se hace con carne de cerdo o de res. Entonces, en general, en cantidades muy pequeñas, está bien darle a tu gato un trozo de salami. Sin embargo, eso no significa que sea saludable para los gatos. Hay cosas mucho mejores que podrían dar como refrigerio.

Pero si tu gato ha robado un trozo de su plato, no entres en pánico. Pequeñas cantidades no hacen daño. Vigila a tu mascota y contacta a un veterinario si es necesario.

¿El salami daña a los gatos?

Uno de los problemas potenciales con el salami es que no es carne cocida como el cerdo o la res. En cambio, el salami se elabora mediante fermentación y secado al aire. Esto significa que siempre existe el riesgo de que se contamine con bacterias como la salmonela o la triquinelosis, otra enfermedad parasitaria menos conocida.

Aunque es relativamente raro, históricamente el salami ha sido el culpable de la intoxicación por salmonella (un brote de 2010 afectó a cientos de personas). Por lo tanto, compartir salami con tu gato siempre conlleva un pequeño riesgo, aunque la salmonella no parece afectar a los gatos de la misma manera que a los humanos. Sin embargo, si su gato se ve afectado por Salmonella, los dueños de gatos deben estar atentos a los síntomas que van desde vómitos, diarrea y dolor abdominal hasta pérdida de apetito, deshidratación y fiebre alta.

Los peligros para los gatos que pueden derivarse del salami

En particular, a las gatas gestantes no se les debe ofrecer salami. Al igual que se aconseja a las futuras madres que eviten los alimentos crudos y las delicatessen, las gatas embarazadas también deben evitar estas carnes en particular. En casos severos, pueden desarrollarse septicemia y endotoxemia. Estas son condiciones potencialmente mortales que pueden propagarse a varios órganos y causar neumonía y meningitis en los gatos, y abortos espontáneos en gatas preñadas ya avanzadas.

Del mismo modo, los gatitos aún no han desarrollado completamente su sistema inmunológico, por lo que las toxinas y las bacterias que acechan en ese trozo de salami tienen aún más probabilidades de enfermar a los gatitos más jóvenes. Evita ofrecerle salami a tu gatito y si lo haces, que sea en muy poca cantidad y solo en ocasiones especiales.

¡Demasiado salami no solo engorda a la gente!

Otra desventaja de que los gatos coman salami es que los gatitos corren el riesgo de padecer obesidad y otros problemas relacionados con el peso. Su alto contenido en sal no es recomendable para gatos. Un trozo de pimiento picante contiene aproximadamente 35 mg de sodio, pero la ingesta de sodio recomendada para un gato de tamaño promedio durante un día completo es de solo 42 mg. Si bien algunas investigaciones han demostrado que los gatos pueden tolerar un poco de sodio adicional, se sabe que demasiada sal pone a las personas en riesgo de sufrir una variedad de problemas de salud que van desde presión arterial alta hasta enfermedad renal, por lo que es posible que no valga la pena el riesgo. En gatos que ya tienen riñón o enfermedad renal,

Si bien los gatos procesan la grasa de manera diferente a los humanos, el salami también tiene un alto contenido de grasas saturadas, lo que también podría aumentar el riesgo de obesidad. Además, el salami a menudo contiene especias como chiles y pimentón, que pueden causar malestar estomacal. Si bien la cantidad de especias en una barra de salami probablemente no cause ningún problema de salud importante, aún puede causar indigestión y malestar estomacal. Sin embargo, otros ingredientes que pueden estar presentes en ese trozo de salami, como el ajo, pueden tener consecuencias mucho más graves para tu gatito. El ajo es tóxico tanto para perros como para gatos porque contiene sustancias químicas que pueden dañar o destruir los glóbulos rojos.

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